EL BICENTENARIO: UN CAMINO POR RECORRER

 

 

 

La celebración del Bicentenario debe ser un proceso que rescate y resinifique el contenido de la lucha política, económica, social y cultural por la independencia de los pueblos de América Latina y entre ellos la Argentina.

La Argentina ha puesto énfasis en el 25 de mayo como fecha central de la celebración del Bicentenario patrio. Así ocurrió también en 1910, con mucha pompa y presencia de los reyes de España

Es cierto: La Revolución de Mayo fue uno de los primeros movimientos independentistas de América del Sur.

 El 25 de mayo, reunido en la Plaza de la Victoria, actual Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires finalmente impuso su voluntad al Cabildo creando la Junta Provisoria de Gobierno. Ahora bien ¿Quieren era ese pueblo? aunque nos duela, la Revolución de Mayo no fue una lucha popular, sino el levantamiento de las clases acomodadas cansadas de las  limitaciones  que España imponía a su crecimiento económico, mientras que los intelectuales querían ocupar los puestos burocráticos que eran monopolio de los españoles.

Los sucesos de mayo fueron hechos violentos, del que sólo tomaron parte los vecinos de la ciudad de Buenos Aires, el problema surge cuando se quiere analizar el pasado con categorías del presente, en 1810  sólo tenían rango de vecinos los hombres más ricos e instruidos, es decir,  un cinco por ciento de una población de 25 mil personas.

Sin embargo esto no resta mérito al proceso histórico que se estaba gestando desde principios de 1800, la lucha por la libertad había comenzado. Hombres y mujeres comprometidos con la independencia  pusieron el cuerpo, el alma y la vida para lograr una nación libre y soberana.

A casi 200 años de ese primer gobierno patrio, puertas adentro de la Argentina quedan cuestiones sin resolver. Algunas, tan viejas como la historia. Otras, más vinculadas con las grietas sociales sin satisfacer luego de 200 años.

Esperemos que los festejos que se inician en el 2010 marquen  un punto de encuentro, pero que no reniegue de  las diferencias, que se nutra  de ellas y  de esa manera, ayude  a determinar nuestra identidad. Una identidad compleja que se fue forjando entre la mixtura de los pobladores originarios, que vieron destruida su forma de vida. Otros, los criollos, que tuvieron que readaptarse, no sin resistencia. Otros más, los inmigrantes, que confrontaron y se confundieron con el país que los recibía. Un país que come dulce de leche desde 1810, que disfruta del puchero, del asado y valoriza el ritual del mate y la ronda de amigos. Que recorre el mundo en los cuentos de BORGES y CORTAZAR, que emociona con los tangos de GARDEL, que aporta beneficios a la ciencias  con hombres como HOUSSAY, LELOIR, MILSTEIN o FAVALORO  y que tiene la esperanza de volver a ganar un mundial guiado  por “LA MANO DE DIOS” , si..  somos todo eso  y mucho mas…

A nosotros hoy nos corresponde  trabajar por un “proyecto de país” ´Este día de fiesta es un día de celebración de nuestra independencia, de todas las cosas buenas hechas en el siglo que pasó y, sobre todo, del proyecto nacional por el que tenemos que luchar: la educación de calidad, la justicia social, la prosperidad económica, el respeto por los derechos humanos, la concientización y la identidad nacional de toda la población, la disminución de la desigualdad y  la consolidación de la democracia.

Si realmente queremos construir un país en serio, trabajemos por  afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes. Es necesario  otorgar capital importancia a la educación como bien público y prioritario, que genere inclusión social y promueva la solidaridad, la participación, la convivencia y el compromiso para un  desarrollo integral del país. Una tenaz educación en valores y una formación para el trabajo, unidas a claras políticas activas de parte de un Estado que debe hacerse presente, que genere  trabajos dignos, solo así nos será posible superar las  desigualdades…y estaremos formando ciudadanos.  Los  ciudadanos  construyen la Nación, porque además de exigir sus derechos, cumple sus deberes.

Cuando miramos hacia el pasado que nos constituye, lo hacemos desde el presente que habitamos. Si hoy nos preguntamos por la Revolución de Mayo, lo hacemos desde los problemas  de la Argentina hoy.

ENTENDAMOS QUE DE NOSOTROS   VA A DEPENDER LAS PROPUESTAS PARA EL FUTURO INMEDIATO .LA REVOLUCION DE MAYO PARA FELIPE PIGÑA “PLANTEA LAS CUESTIONES BASICAS NO RESUELTAS DE LA ARGENTINA COMO LA JUSTICIA, LA EQUIDAD, EL MODELO ECONOMICO, LA DEPENDENCIA Y LA CORRUPCION. LA REVOLUCION DE MAYO FUE UN PROCESO ECONOMICO COMPLEJO QUE INCLUYO LA VIOLENCIA, LA GUERRA Y DEBATES DE IDEAS SOBRE EL PROYECTO DEL FUTURO PAIS”

Hemos elegido algunos extractos del pensamiento de Mariano Moreno, uno de los más esclarecidos patriotas de la Revolución de Mayo, donde reivindica valores todavía vigentes como la importancia de la instrucción y la educación como método contra las tiranías y  la necesidad de vigilar la conducta de los representantes

“Es necesario destruir los abusos de la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo… Si el gobierno huye al trabajo; si sigue las huellas de sus predecesores, conservando la alianza con la corrupción y el desorden, hará traición a las justas esperanzas del pueblo y llegará a ser indigno de los altos destinos que se han encomendado en sus manos”.

QUISAS  SEAN LAS PALABRAS DE MARIANO MORENO LAS QUE MEJOR EXPRESEN   DONDE DEBEMOS APUNTAR PARA LAOGRAR LA TAN ANSIADA LIBERTAD:

“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”[

FELIX LUNA UNA VEZ DIJO “TENEMOS UN BUEN PAIS...LO UNICO QUE TENEMOS QUE HACER LOS ARGENTINOS… ES MERECERLO…”

QUE ASI SEA…

Prof. Marisa Millán