16 de septiembre
Aniversario de la Noche de los lápices |
|
No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el
rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la
palabra que vino desde el fondo de la historia y de
la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia
del poder.
Hace 34 años, un 16 de septiembre de 1976, siete
adolescentes de La Plata fueron secuestrados y
desaparecidos.
Ellos lucharon por un país con justicia, igualdad y
dignidad social.
Por ellos, tenemos hoy el boleto estudiantil.
Ojalá que la lucha y el compromiso siga en pie.
Querrán, a nuestros jóvenes en modelos
individualistas de producción, a nuestra sociedad en
una masa sumisa y sin memoria; con leyes que
destruyen y desestructuran nuestro desarrollo como
individuos y como pueblo activo y crítico, con
modelos sociales que responden a intereses
económicos extranjeros que desprotegen a los
principales actores sociales: trabajadores,
estudiantes, jubilados, desocupados, con el
desprestigio de las reivindicaciones populares no
podrán callarnos, ni hoy ni mañana.
Hoy estamos en pie, hoy los lápices siguen
escribiendo, hoy estamos reunidos aquí por lo que
nos convoca.
Porque estamos convencidos de que la educación es la
base de la justicia y la igualdad social, porque no
es un servicio ni un privilegio, es un derecho, un
espacio de encuentro y construcción colectiva:
porque esta educación implica integración y
constante reflexión y replanteo de nuestra historia
y nuestro presente, .
Por esta historia mutilada, por esta historia que
intentan callar, por esta historia que mantenemos en
memoria; por ella y por ellos.
Por esos compañeros que hoy y siempre mantendremos
vivos, por ellas y por ellos hoy seguiremos la lucha
por la que buscamos construir una historia de país
para todos, .
Por esta memoria que dibuja en nuestra retina un
papel, en el cual hoy a nosotros nos toca escribir,
dibujar, encontrarnos, vivir. Por ese olvido
imperdonable que muchos intentan reponer.
Para estos lápices, los muchos que somos que hoy nos
encontramos en el escribir, escribir por esos que ya
escribieron.
A muchos los motiva la necesidad, a nosotros nos
motiva la historia, la memoria, a nosotros nos
motivan estos que somos y muchos más, nos motivan el
alma y nos mueve las venas.
Porque hay lápices que están cansados de remarcar
los errores de la historia.
Para esos que, aunque se cansen, lo siguen haciendo,
por nosotros, por todos.
Por esos que se fueron y desde la lejanía del olvido
siguen escribiendo.
Por esos que aunque su sombra no cruce el colegio
siguen estando.
Por esos que fueron alumnos y hoy son profesores de
vida Porque podrán cortar todas las flores pero no
detendrán la primavera.